Beatriz Aguilar Gallo nació en Tenerife en 1989, aunque actualmente vive en Barcelona. Escribe terror y fantasía oscura. Sus relatos tratan de dar a conocer leyendas y mitos del folclore canario. Algunos de ellos pueden encontrarse en revistas digitales tales como Círculo de Lovecraft (número 7, número 8 y número 9 próximamente), Penumbria (número 41, número 42 y número 43), Vuelo de Cuervos (número 6) y en la antología Payasos Malvados.
En primer lugar, Beatriz, muchas gracias por concedernos
parte de tu tiempo. Vamos allá con la entrevista:
Antes de nada, Beatriz, nos corroe la curiosidad por saber
qué es lo que lleva a una ingeniera de Telecomunicaciones, a “abandonar” los
cálculos racionalistas y matemáticos, para sumergirse en el mundo de la
escritura fantástica y el terror.
Bueno, yo siempre he tenido el corazoncito divido entre la
técnica y las letras. De hecho, creo que primero nació mi amor por las letras.
En mi casa siempre se ha leído mucho. Mi madre nunca dijo no a comprarme un
libro y siempre me dejó leer lo que quisiera aunque no fuera “apropiado” para
mi edad. Supongo que escribir surgió como una consecuencia de estar rodeada de
libros. Recuerdo que el primer cuentito que escribí iba sobre unas niñas que
entraban en la cueva de un Minotauro. Eso fue para un día del libro en el
colegio cuando tenía 8 o 9 años. Me da mucha pena haberlo perdido. Telecos vino
después. Siempre he sido muy curiosa y me gusta saber cómo funcionan las cosas,
así que ¿qué mejor que meterme a estudiar algo que enseña cómo funciona la
tecnología que usamos hoy en día?
Pregunta obligada para todos nuestros autores es, conocer
la obra u obras que marcaron un punto de inflexión en su vida… ¿Con qué libro te
mantienes alejada del mundanal orbe?
¡Uf, esta es una pregunta muy complicada! Soy incapaz de
quedarme con un libro solo. Así que me voy a quedar con dos autores: por un
lado está Neil Gaiman que para mí es como un oasis en el desierto. Cuando tengo
un mal día, una de las cosas que más me gusta hacer, es oírle en narrar alguno
de sus libros. Gracias a eso me alejo de todo lo que haya pasado. Y por otro
lado está Shirley Jackson que es una DIOSA de la escritura. Su literatura es
como una golosina exquisita. Siempre que acabo algo de ella siento pena y alegría
a la vez: pena porque ya se terminó y alegría por el placer que supone leerla.
Creo que en ellos dos son en los que más me refugio. Aunque también podría
nombrar a muchos más, pero vamos a dejarlo aquí que si no lleno una hoja
entera.
¿Cómo surgió la
idea de “El Último Aquelarre de Anaga” ?, y ¿por qué tu tierra?; es decir,
sabemos que las islas Canarias son el entorno natural y mágico perfecto en el
que abordar historias fantásticas de un mundo “subplano” pero, ¿por qué ese
anhelo tuyo-dejando de lado el natural orgullo patrio-por dar a conocer el
mundo legendario y mitológico de las Afortunadas?
La idea de El Último Aquelarre
de Anaga surgió para la convocatoria de Cachava y Boina de Cerbero. Los pueblos
de mi isla son el enclave rural que mejor conozco. Además, me da rabia que los
propios canarios siempre miremos hacia fuera cuando en Canarias tenemos leyendas,
supuestas puertas a otros mundos, santería que vino desde el caribe, piratas,
mitología aborigen, bosques de hace más de 20 millones de años, volcanes, mar… ¿Qué más
se puede pedir? ¡Canarias tiene todos los elementos para ambientar cualquier
historia! Además, al estar viviendo en Barcelona, siempre hay cierta morriña de
isla.
¿Dirías que eres autora de
relatos-que se encauzan hacia la posterior escritura novelística, si es que no
estás embarcada ya-, o simplemente, es en este apasionante género en el que te
mueves como pez en el agua?
Esta pregunta me saca la
sonrisilla, porque justo estoy desarrollando una sinopsis literaria para cursar
el próximo octubre el curso de Novela I en el Ateneu Barcelonés y tengo que
reconocer que me está costando horrores. Novelistas, pregunta seria: ¿cómo lo
hacen?. Así que puedo decir que mi “terreno natural” es el relato. Es lo que he hecho siempre y me encanta escribir
relatos, pero quiero salir de mi zona de confort y poner rumbo hacia la novela.
¿Qué hay de ti en tus cuentos? ¿Qué relato o relatos tienen
ese poso autobiografico que hace que, aquellos que te conocen, reconozcan a
Beatriz en el personaje/s?
Bueno, yo creo que
cuando escribimos siempre se cuelan cosas de nuestras experiencias. Es la mejor
base que tenemos las escritoras y escritores. En El Último Aquelarre, por
ejemplo, están mi madre y mi abuela y una comida que hicimos para celebrar uno
de mis cumpleaños en una tasca de Santa Cruz. En La Isla Hambrienta (publicado
en el número siete de Círculo de Lovecraft) lo que siente el protagonista al
llegar a La Palma es lo que siento yo cuando llego a Tenerife después de estar
mucho tiempo fuera. Estos son los dos que ahora pero puedo afirmar que todas
mis historias tienen un cachito de mí. Al fin y al cabo, es de mí de donde
salen.
Mapa de Canarias según Torriani (finales del siglo XVI).
Beatriz, ¿podrías esbozarnos
algo acerca de tus nuevos proyectos? Nos morimos por un pequeño adelanto…
Así a la vista pues por un
lado está lo que comentaba de la novela que iré desarrollando en el curso.
Puedo adelantar que habrá traición, fantasía oscura, mitos nórdicos y, como no,
mi enclave favorito para ambientar: Tenerife. Por otro lado está una antología
de cuentos sobre brujas que estoy empezando. Me gustaría hacer un cuento por
comunidad autónoma. Luego tengo casi apunto un par de relatos que me gustaría
subir a Lektu. Una lectura en las Convivencias Bizarras que organiza Orciny
(muchas gracias por darnos la posibilidad a los asistentes de compartir
nuestras creaciones) aún está en desarrollo, pero será un relato un tanto raro
y muy peludo. Hay otra cosa para septiembre que no sé si puedo contar así que
hasta aquí puedo leer. Y por supuesto seguir escribiendo cosas para todas las
convocatorias que ustedes vaya abriendo.
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