"El Ciclo de la Puerta de la Muerte": Rumbo a los cuatro Reinos

Los archiconocidos Margaret Weis y Tracy Hickman, creadores de la serie Dragonlance, se embarcaron, allá por el año 1990, en la creación de una gran historia, alejada del mundo de Krynn que tan famosos los había hecho.

Cuando digo "gran historia" no estoy exagerando pues, "El Ciclo de la Puerta de la Muerte" narraría, a través de siete volúmenes, la vida de cuatro mundos distintos, conectados entre sí por la Puerta de la Muerte. En su lectura asistimos expectantes a una increíble trama que se nos irá desvelando poco a poco, de forma lenta y pausada, y en la que intervendrán muchos personajes entrañables, entre ellos Haplo el "patryn"-uno de sus grandes protagonistas-.

Los cuatro primeros libros se desarrollan en cada uno de los mundos; de esta manera, "Ala de Dragón" nos sitúa en Ariano, el mundo del aire, que a su vez está dividido en tres reinos formados por continentes flotantes. Cada mundo tiene sus personajes protagonistas, pero en Ariano conoceremos a Alfred, un hombre patoso que será un elemento clave para la consecución de la historia.

Con "La Estrella de los Elfos" visitaremos Pryan, el mundo de fuego, que no es otra cosa que un pequeño mundo selvático, plagado de vegetación, donde viven unos elfos que tienen poco que ver con los típicos elfos "de manual". Al principio, puede chocarnos el cambio de historia con respecto al primer libro, pero, en cuanto veamos como concuerda la trama, no podremos despegarnos de su lectura. En este mundo conoceremos al delirante mago Zifnab-que parece sacado de una novela de Terry Pratchett-.

La tercera novela, "El Mar de Fuego" está ambientada en Abarrach, el mundo de piedra, y en mi opinión, es la mejor novela de esta serie. En este caso, a pesar de que la trama principal sigue su curso, la historia particular de Abarrach es arrebatadora-todo un pueblo  se halla  desesperado por sobrevivir en un entorno crítico y hostil-. En este volumen entra en acción el elemento de la nigromancia, que pondrá los pelos de punta en mas de una ocasión. 
Un gran libro; una pena que no pueda leerse de manera independiente.

"El mago de la serpiente" traslada la acción a Chelestra, el mundo de agua. Se trata de un libro con grandes sorpresas pero, con una historia menos magnética que la anterior. En este caso, tres jóvenes nobles serán las encargadas de alzar la voz ante el descubrimiento de unas terribles criaturas marinas-parte importantísima dentro de la trama principal-.

Las tres siguientes novelas, "La Mano del Caos", "En el Laberinto" y "La Séptima Puerta" seguirán el desarrollo de la historia principal, puesto que ya se conocen los secretos de cada mundo. 

Los protagonistas irán descubriendo cómo están conectados entre sí, pero, deberán resolver sus muchas diferencias, sobre todo Haplo, el cual está movido por el odio hacia los "Sartán"-magos que desterraron a su pueblo-. De esta manera, conoceremos otros escenarios importantes como el Vortex, el Nexo y el Laberinto, así como a  otros personajes claves dentro de este ciclo llamados Xar, el Señor del Nexo, o Hugh la Mano, la maga Iridal, el enano Limbeck...

El final de la historia parece un poco "estirado" por los autores- quizá con un quinto libro hubiese bastado-mas, tamaña genialidad la de Weis y Hickman, que nos embelesan hasta el final del séptimo con un rompecabezas-el de los cuatro mundos-que se irá resolviendo poco a poco, y repleto de sorpresas.  

Además, su estilo es siempre un acierto, pues hacen de la lectura algo ameno y divertido, con acción, amor, aventura, humor, e inclusive, horror.

Mención especial requieren los apéndices: cada libro cuenta con unos extensos apéndices que complementan la lectura de manera formidable, y además, nos ayudarán a entender mejor algunas cosas, como por ejemplo, ¡qué es la famosa Tumpa Chumpa!

Así pues, es nuestro deber rescatar del olvido a esta gran heptalogía, que seguro, amigos lectores, que no os defraudará.