jueves, 17 de enero de 2019

Disoluciones, por Miguel Fliguer

Relato publicado en Círculo de Lovecraft nº11

Disoluciones - Obras finales de William Kamen 

Museo de Arte Contemporáneo, Oslo 

11 de mayo – 3 de septiembre, 2023 


Disoluciones explora la singular dirección conceptual en los trabajos finales de William Kamen (Perth, 1967 – Oslo, 2021). Las pinturas en esta exhibición llevan a un extremo de radical concreción las ideas ya dominantes en su obra, especialmente en la serie Astronomía Interior (2009), presentada en 2011 en el Museo y recibida con unánimes elogios de la crítica. 

En el arte occidental, una obra suele ser aprehendida por nuestros sentidos como la integración de sus propiedades físicas, tales como su forma, su color y su textura; parámetros siempre estáticos, invariantes y fijos en el tiempo. En las pinturas –y en la única escultura– que componen Disoluciones, Kamen hace pedazos este paradigma y presenta transiciones en flujo, múltiples partes ensambladas en lo que inicialmente luce como una masa indiferenciada, pero que con cada nueva observación parece fluir más velozmente hacia un punto de fuga, término clásico del arte que aquí adopta una nueva y ominosa significación. 

Es sorprendente que en esta era de información universal instantánea no se conozcan detalles acerca de la niñez de Kamen. Los escasos datos autobiográficos que registró en sus cuadernos de notas refieren solo una adolescencia signada por violentas pesadillas y terrores nocturnos, que luego desplegó como motivos recurrentes en su obra temprana. Durante gran parte de su vida adulta fue un artista recluso, absolutamente desligado de las tendencias del arte contemporáneo y de lo que él llamaba el estado del mundo. Incluso en las raras ocasiones en que un evento cataclísmico penetró temporalmente su coraza de aislamiento –como el suicidio de varios asistentes a su exhibición en 2009–, Kamen rechazó cualquier tipo de contacto con el público y la prensa especializada. 

Este encierro voluntario fue la piedra basal a partir de la cual concibió su filosofía del arte. El concepto fundamental que permea su obra es la idea de volverse uno con la pintura. Las hondas raíces de esta aproximación se comienzan a apreciar en su tríptico Fusión/Autorretrato (2011), donde el artista planifica una fuga existencial, no ya de los horrores de la vida contemporánea –que le resultaban irrelevantes e incluso risibles–, sino de la tumoral y aullante pesadilla en su propia mente. Esta fuga se expresa en el cuadro como la viscosa silueta dejada por su cuerpo desnudo y recubierto con diferentes pinturas al óleo, luego de lanzarse repetidas veces contra el lienzo y golpearlo con su vientre, sus brazos y, finalmente, con su cabeza, en un doloroso ritual para dejar de ser en el mundo y empezar a ser en la pintura. Solo sobreviven dos escenas del tríptico, ya que la tercera fue destruida por el albacea de Kamen tras su muerte. 

Entre 2012 y 2017 Kamen cesó por completo su producción artística para concentrarse exclusivamente en sus estudios autónomos de anatomía. Es en este período donde se inicia su colaboración con dos anónimos titiriteros (así los menciona en una carta a su agente), acerca de quienes se conocen muy pocos detalles. Se ha especulado que fueron estos individuos los que proporcionaron a Kamen la ayuda necesaria para la ejecución de sus tres obras finales, aunque la única evidencia que respalda esta teoría es la virtual imposibilidad de que las llevase a cabo sin asistencia externa. Durante la indagación policial posterior a su muerte, las escasas pistas en sus cuadernos de notas condujeron a los investigadores hacia los dilapidados circos ambulantes y los minúsculos y polvorientos teatros de los suburbios, en una infructuosa búsqueda de estos enigmáticos colaboradores. Siguiendo lo estipulado en el testamento, el albacea de Kamen realizó ciertos pagos en criptomonedas, imposibles de rastrear, y varios especialistas sostienen que estas transacciones estaban destinadas a los titiriteros. Este es apenas uno de los numerosos detalles acerca de los últimos días de Kamen que permanecen aún en el misterio. 

Cierto sector de la crítica especializada ha desestimado a Kamen como un “mero misántropo con una malsana obsesión con la muerte”. Este reduccionismo desconoce que Kamen tuvo a su disposición varios cursos posibles de acción en su batalla contra el ser en el mundo. Pudo, por ejemplo, haber tomado el fácil camino del asesino de masas, armándose hasta los dientes y aniquilando la mayor cantidad posible de inocentes, para luego volver el arma contra sí mismo. O elegir la vía del suicidio anónimo y silencioso. Y también estaba a su alcance, de haberlo querido, desaparecer para siempre en cualquiera de las dilapidadas ferias y circos de los suburbios… lugares perfectos para aquel que no desea ser encontrado. 

Afortunadamente para nosotros y para el mundo del arte, estas alternativas de fuga no le eran en absoluto suficientes. En su visión, la que estaba inescapablemente degenerada era la estructura misma de la realidad…. Corrupta, tóxica, y por definición, absolutamente antitética a la naturaleza humana. Por lo tanto, el volverse uno con la pintura no era en absoluto un concepto vacío ni un “artilugio”, sino su modo de perforar el velo y escapar al otro lado. Kamen era claramente consciente de los riesgos que implicaba su trabajo, pero siguió adelante porque nada podía ser peor que el aquí y el ahora

Disoluciones –término que aparece repetidas veces en los cuadernos de notas de Kamen– abarca la serie final de doce trabajos finalizados entre 2018 y 2021. En varias publicaciones especializadas se han relatado las dificultades físicas y psíquicas sufridas por los curadores de su obra cuando instalaron por primera vez las pinturas en la secuencia en que fueron concluidas, revelando así el creciente horror al que se sometió Kamen en su fuga final desde el aquí hacia el lienzo. Secuencia grotesca y pavorosa, es cierto, aunque no desprovista de un macabro humorismo que se manifiesta en plenitud en Noche sin Estrellas, su aterrador tributo a Vincent Van Gogh (el único artista a quien Kamen explícitamente nombró como influencia). 

Para concluir, Disoluciones ha sido comparada frecuentemente con las estaciones de un Vía Crucis hacia un objetivo de trascendencia. Si bien en un análisis superficial se aprecia esa alusión, todo posible paralelo con la Pasión se desmorona inexorablemente cuando se contempla por primera vez la extática, terrible, triunfal sonrisa de Kamen en su autorretrato final. 

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CATÁLOGO 


Las primeras once obras de la serie se despliegan a lo largo de la galería principal del Museo, en el orden cronológico en que fueron finalizadas. La decimosegunda se encuentra en una sala exclusiva al final de la galería, cuya temperatura y humedad están rigurosamente controladas. Esta sala no es directamente visible desde el resto de la exhibición, por lo que se informa a aquellas personas impresionables, niños y mujeres embarazadas que el acceso a este último recinto es opcional y queda bajo la exclusiva responsabilidad de los asistentes, a quienes se les recomienda tomar las debidas precauciones antes de acceder a la sala. 

I Vacío (2018) 
Título original: Vacuum 
70 cm x 46 cm 
Alambre de cobre, piel del artista, spray acrílico sobre lienzo. 
Colección permanente del Museo de Arte Moderno, Bilbao. 

II Silencio de las Mentes (2018) 
Título original: Silence of the Minds 
70 cm x 100 cm 
Piel y uñas del artista, spray acrílico sobre lienzo. 
Fundación Thomasson, Oslo. 

III Accidente de Carretera (2019) 
Título original: Crash & Burn 
100 cm x 100 cm 
Cristales rotos, piel y cabello del artista, acuarela sobre lienzo. 
Colección permanente del MoMA, Nueva York. 

IV Coronación de Carlos X en la Catedral de Reims, 1825 (2019) 
Título original: Couronnement de Carlos X dans la Cathédrale de Reims, 1825 
170 cm x 100 cm 
Piel, uñas y dedo meñique del pie izquierdo del artista, spray acrílico sobre lienzo. 
Centro Pompidou, Paris. 

V ¡En Vivo desde el Matadero! (2019) 
Título original: Live from the Abbatoir! 
45 cm x 45 cm 
Fragmentos de cristal y metal, dientes del artista, óleo sobre piel del artista. 
Fundación Thomasson, Oslo. 

VI Desnudo I (2019) 
Título original: Nude I 
190 cm x 190 cm 
Dientes, cabello y fragmentos de hueso del artista, espuma de poliuretano, óleo sobre madera. 
Museo de Bellas Artes, Buenos Aires. 

VII Noche sin Estrellas (2020) 
Título original: Starless Night 
190 cm x 70 cm 
Oreja izquierda y cabello del artista, alambre de cobre, espuma de poliuretano, laca acrílica sobre lienzo. 
Colección permanente de la Neue Pinakothek, Munich. 

VIII Factor Rh+ (2020) 
Título original: Rhesus Factor + 
Tríptico, 3 x 10 cm x 10 cm 
Sangre del artista, laca acrílica sobre lienzo. 
Préstamo de benefactor anónimo. 

IX Desnudo II (2020) 
Título original: Nude II 
190 cm x 190 cm 
Nariz, dientes y labio superior del artista, alambre de cobre, hilos para marioneta, espuma de poliuretano, sangre del artista sobre madera. 
Fundación Thomasson, Oslo. 

X Después de la Fiesta (2020) 
Título original: After the Party 
40 cm x 40 cm x 40 cm 
Huesos disecados del pie izquierdo del artista, en cubo sólido de acrílico transparente.
Colección permanente del MoMA, Nueva York. 

XI Ensayo con Vestuario (2021) 
Título original: Dress Rehearsal 
200 cm x 200 cm 
Dientes, genitales, piel del artista, hilos para marioneta, espuma de poliuretano, sangre y fluidos del artista sobre lienzo. 
Museo de Arte Contemporáneo Erarta, San Petersburgo. 

XII Autorretrato/Fuga (2021) 
Titulo original: Self portrait/Escape 
200 cm x 200 cm 
Alambre de cobre, hilos para marioneta, espuma de poliuretano, cabeza, torso y miembros del artista, ácido sulfúrico, óleo sobre lienzo. 
Fundación Thomasson, Oslo. 



©Copyright Miguel Fliguer para Círculo de Lovecraft, Enero 2019. 

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