martes, 12 de septiembre de 2017

El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas - Darío Vilas



La lectura de El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas nos ha dejado perplejos, ¡exánimes!..., casi sin alma.  
Resulta difícil encontrar las palabras correctas, los adjetivos precisos, los adverbios de modo adecuados..., que logren que hablemos de esta obra sin apasionarnos, sin caer rendidos a los pies de su autor, (merecidísmo galardón Premio Nocte 2014).

Antes que nada-y para dar unas pautas al futuro lector de este libro-, hemos pensado en que visionéis la película El número 23 (dirigida por Joel Schumacher en el año 2007, e interpretada por un joven Jim Carrey); tan sólo para que os hagáis una idea de la angustia vital a la que El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas os va a someter.   

Estamos ante un thriller "hemofílico"; repleto de heridas sangrantes de larga y difícil curación pues, su trama se entreteje y te atrapa desde las primeras cincuenta líneas. Su lectura te enjaula; es claustrofóbica y ardiente, precisa como un reloj suizo; trama demoniaca, de locura psicótica, de bizarrismo, de un gore muy bien traído...; encauzado por entre un léxico rudo y frío, bizarro-en ocasiones soez-, pero necesario para comprender la tipología psíquica del personaje estrella: un descontrolado y maquiavélico Marquitos, presentado de forma brillante por el autor; un joven escritor que ha logrado crear un orbe único, el de Simetría, y pintar en él, unos personajes "humanos" que se mueven e interrelacionan en la inmunda isla. 
Adoramos el trabajo que ha hecho Darío... Sin duda, hemos quedado atrapados en Simetria..., y, ¡no pensamos marcharnos jamás!


La historia se desarrolla en una isla conocida como Simetría. Un lugar putrefacto y descolorido. Una ciudad basurero, en donde la calaña se pasea codeando por las calles con nuestro protagonista, de apelativo Marquitos
A lo largo de sus  páginas, se plasman matices del pasado de la vida del personaje, acercándonos tanto a su difícil etapa de adolescente como a su fase de homicida, aspecto o plato principal de la obra, con  un cierto regusto bizarro. 
Igualmente se aborda el presente del personaje a través de un hilo argumental curioso, adherido fundamentalmente a la vida de una mujer, Maribel
Un personaje, el de Marcos, reflejo de sentido común, amargado con el mundo que le rodea y que expresa aquello que siente, ¡sin más! Personaje que nos desubica pues, realmente no llegamos a saber si se trata de un asesino o de un héroe... Pero ¡ojo!, ésto no es lo único interesante de la novela pues, el subjetivismo es inherente al relato, al que se adhieren también, fantasmas, vampiros, súcubos, ¿onryo?...-os aconsejamos que acudáis a Wikipedia para conocer de antemano la definición de cada una de estas criaturas-.

En cuanto al estilo, ¡sublime!: su forma de describir y presentar las diversas acciones, hacen que el lector se  meta de lleno dentro de la historia-como cuando se visiona un vívido drama a apenas unos pocos centímetros de distancia-a través, o bien de un narrador omnipresente, o de otro que en primera persona, nos lleva asidos de la mano hasta el momento de la acción.

Broche final: tras los agradecimientos, aparece una sección denominada "Simetrías". Aquí, el autor presenta escenas ya vividas, narradas desde otra perspectiva óptica-a veces, sólo se añade más información de la que ya sabíamos-; quizá sea, en nuestra humilde opinión, la pata que cojea dentro de la obra, pues la trama ya es lo suficientemente rica como para necesitar añadiduras de este tipo; además, ¿qué sería de un thriller sin su chispa de bruma y misterio?...


Valoración: 9/10




El hombre que nunca sacrificaba las gallinas viejas
(The man who never sacrificed old chickens)
  • Autor: Darío Vilas
  • Editorial: Cazador de ratas
  • Colección: Colección King
  • Fecha de publicación: Septiembre 2017
  • Precio: 14,95€
  • Páginas: 217
  • Formato: 15x21 cm. Rústica con solapas (papel verjurado)
  • ISBN: 978-84-9470661-5
  • Premios: Premio Nocte 2014

0 comentario:

Publicar un comentario