viernes, 20 de marzo de 2020

Entrevista con Bruno Puelles: "La magia de lo fantástico"



Bruno Puelles, pese a su juventud, es novelista y dramaturgo (de hecho, muchas de sus obras de teatro han sido puestas en escena en la capital de España). En su faceta como novelista ha publicado varias novelas con títulos tan sugerentes como A dónde van los dragones (2018, B de Books) o Concierto para orquesta invisible (2017, Tandaia). Su relato "Elisa" aparece en la antología en homenaje a Mary W. Shelley Madre de monstruos (2018, Tinta Púrpura Ediciones) y "El lago de las estrellas" en Actos de F.E. (2019, Editorial Cerbero). Su obra Los críticos obtuvo el segundo premio en el Certamen De Jóvenes Creadores 2017 y en el 2018 obtuvo una mención del jurado del Premio UPC con su novela Nistagmo (2019, Apache Libros). Es pues para mí y para todo el equipo de “Círculo de Lovecraft” un inmenso honor poder entrevistar a este ingente y genuino escritor del género fantástico. Antes que nada, Bruno, ¡bienvenido a nuestro “Círculo”! Y ¡ahora sí!, comencemos la entrevista. 

A. M. (Amparo Montejano) - Lo primero decirte que tienes una carrera llamativa y fulgurante: hace tres años editabas tu primer trabajo narrativo (Concierto para orquesta invisible, 2017) y, a fecha de hoy, te has coronado como uno de los autores a tener en cuenta dentro del género fantástico con seis novelas a tus espaldas, múltiples relatos…, dramaturgo, traductor y adaptador de obras de teatro clásicas, además de editor en la revista Opportunity, tutelada por la Asociación Española de Fantasía, Ciencia Ficción y Terror (AEFCFT). ¿Cómo consigues tener y mantener semejante productividad artística? 

B. P. (Bruno Puelles) - He aprendido a planificar mucho, tanto mis propios calendarios y horarios como las novelas o los relatos. Esto me permite aprovechar el tiempo que tengo de la forma más eficiente posible. Tengo una agenda maravillosa de la cual no me separo. Muestra la semana entera y me permite poner manualmente los horarios, lo cual me viene muy bien porque, con mis ensayos de teatro, cada día tengo compromisos a distintas horas. Además tiene páginas para el mes entero y para el año; con ella planeo todo lo que voy a hacer con meses de antelación. La encontré por casualidad el año pasado y revolví cielo y tierra para hacerme con una igual de 2019/2020; resulta que las hacen a mano en una empresa pequeña y sospecho que unipersonal. Encontré el correo electrónico de la dueña y le escribí para contarle lo mucho que me gusta su agenda. Le hizo tanta ilusión que me envió por correo postal una foto suya con su perro. Ahora, la agenda me encanta todavía más. También tengo un calendario de mes entero en el que no solo se ven todos los días, sino que hay un hueco para cada hora. Me ocupa una pared entera, lo hice yo mismo con cartulinas de colores. Cuando el mes termina, quito todo lo que he apuntado y vuelvo a empezar. Así puedo ver de un vistazo cuánto lío voy a tener en las siguientes semanas y encajar mis diversos proyectos. También me ayuda a hacer una estimación de cuándo terminaré cada cosa, es imprescindible cuando tienes tantas bolas en el aire. A mi gato, Toquinho, le encanta ese calendario y, cuando pongo post-its en él, se entretiene cambiándolos de sitio o llevándoselos. Yo bromeo diciendo que él es mi asistente personal y que tiene sus razones para reprogramar mis actividades… Tal vez piense que tengo que descansar más. Como él, que duerme varias horas al día. 

 Portadas de varias obras de Bruno Puelles

A. M. - Tu última novela, Corvus Corax, editada por Wave Books Editorial, podría considerarse como una reinterpretación de los cuentos de hadas; una maravillosa materialización de lo fantástico (de L. Frank Baum) bajo el estandarte de la lobreguez y el desasosiego que evoca a una gran cuentista como fue Angela Carter. ¿Cómo definirías esta obra? ¿Cómo fue su proceso creativo? ¿Algún referente/s que “utilizases” para situarte dentro de esa concepción tuya (tan particular) de Dark Fantasy? 

B. P. - Empecé a escribir Corvus Corax como un ejercicio de creación de conflicto de personaje. La idea inicial era imaginar un protagonista que tuviese algo, una posesión o habilidad, en la que basase su propia identidad; el conflicto arrancaría cuando, al principio de la historia, perdiese ese algo tan especial. A continuación, quería explorar las posibilidades que esto tiene. ¿Qué haría mi personaje? ¿Se resignaría? ¿Intentaría recuperar lo que perdió? ¿Buscaría venganza? ¿O tal vez descubriría que es mucho más que lo que ha perdido, que aquello era un elemento más de sí mismo y no el principal? Empecé a escribir la historia de un hada, Alvar, que vive en una colonia en el bosque. La sociedad de las hadas tiene sus propias costumbres, sus rituales, sus jerarquías, y Alvar tiene un status alto porque sabe volar muy bien. Está a punto de participar en un importante evento, pero cuando le pide a otro hada que la acompañe, este le exige un regalo: un huevo de cuervo, pero no de cualquiera, sino uno de esos valiosos y escasos huevos negros, de los cuales nacen polluelos que serán capaces de ver el futuro. Alvar es arrogante y está convencida de que será capaz de robar uno de esos huevos… No voy a contar nada más de la historia; cuando llegué a este punto, el ejercicio se había convertido en algo más y terminé escribiendo esta novela corta. 

A. M. - Aparte de ser escritor, eres dramaturgo. ¿Cómo es dar vida al teatro fantástico? 

B. P. - Las obras de teatro de fantasía o de ciencia ficción proponen retos de puesta en escena distintos a las realistas, está claro. Hay montajes increíbles con grandes presupuestos detrás, pero también es posible llevar la magia al escenario a base de ingenio e imaginación. He trabajado en varias obras de fantasía o ciencia ficción y asistido como espectador a otras tantas, y muchas de ellas demostraban que se puede hacer mucho con muy poco. En algunos eventos (el último, el Golem 2019) he hablado sobre cómo puede hacerse esto, y me encantaría volver a hacerlo, porque es un tema que me interesa mucho. 

Fotografía realizada por Adriana Martín

A. M. - ¿Qué hay del Bruno Puelles actor en el escritor, y viceversa? 

B. P. - Creo que el teatro puede ayudar mucho al novelista. Me parece que mis diálogos son más ágiles y naturales gracias a él. La dramaturgia me ha acostumbrado a poner atención a los conflictos, a la acción y a los mensajes. Y, sin ir más lejos, la construcción de personaje y los ejercicios de empatía que se realizan inevitablemente al encarnar a otra persona sobre el escenario pueden ser muy útiles al escribir. 

A. M. - Este próximo mes de marzo publicarás, de la mano de Triskel Ediciones, la obra Quizá Gabriel, con la que te separas de la fantasía y la ciencia ficción para hacer una incursión en la narrativa general. ¿Qué podrías contarnos de esta novela (sin desvelar su epicentro argumental)? 

B. P. - Quizá Gabriel es una novela muy especial para mí, por varias razones. Una es que la he compartido con muchas personas; fue guion antes que novela, así que sus diálogos han sido leídos en castings y comentados con varias personas. El protagonista es cercano, reflexivo, alguien que está intentando hacer las cosas bien pero que se encuentra en un momento de crisis y lo deja todo atrás para retirarse a una ciudad pequeña junto al mar, con la esperanza de poner en orden sus pensamientos. Quiere estar solo, pero en realidad lo que necesita es compañía, y su jardín resulta ser el vecino al de la casa de tres mujeres, amigas, que viven juntas. Es inevitable que acaben conociéndose… 



A. M. - Cuéntanos, Bruno, ¿cuál es tu visión personal de la ficción corta, de los relatos?, ¿cómo los definirías? ¿Por qué son tan mágicos siendo su extensión tan escueta? Y ¿por qué crees que nos subyugan de esta manera tan inmisericorde (se nota que nos gusta la narrativa breve, jeje)? 

B. P. - Escribir un buen relato me parece muy difícil, porque tienes que condensar un mundo en pocas páginas. Me gustan los relatos que sumergen en la historia de sus protagonistas como si fuese una novela, no tanto los que solo te dejan echar un vistazo. A veces se piensa que uno puede sacarse relatos de la manga sin mucho trabajo porque son cortos, pero no estoy de acuerdo; el relato requiere mucha preparación, aunque después todo ese esfuerzo se encaje en unas páginas nada más. Tiene mucho mérito escribir buenos relatos. Los mejores que he leído recientemente son los de Jon Bilbao; su forma de escribir es preciosa. 

A. M. - Desde el mes de diciembre de 2019 participas en la selección de relatos para la revista Opportunity, mencionada al comienzo de esta entrevista. ¿Crees que el género de ficción fantástico está reiniciándose (en cuanto a creatividad, a autores…), o bien experimentando un proceso cíclico de repunte, o bien es tan solo una esperanzadora perspectiva de estos soñadores que suscriben? 

B. P. - ¡Creo que la ciencia ficción (la soft, tal vez, más que la hard) se está poniendo de moda! Se nota en las series, ¿no? También en los relatos que recibimos para la Opportunity, la gran mayoría son de este género. De fantasía nos llegan menos, aunque también algunos, y suelen ser fantasía urbana. Sean del género que sean, me parece importante que enganchen, que capturen al lector. Para la Opportunity pedimos relatos de 2000 palabras, ¡son muy pocas! No hay espacio para remolonear y tardar varios párrafos en empezar la historia. Volviendo al tema de los géneros, el que menos recibimos es terror, ¿por qué será? 

A. M. - ¿Qué consejos darías a los escritores que comienzan (en este instante presente) a incurrir en este nuestro género amado? 

B. P. - Les aconsejaría que lean, que lean mucho y que lo hagan críticamente. Que como lectores decidan qué funciona y qué no, y que se pregunten por qué. Eso luego sirve para saber qué intentar o qué evitar. Y otro consejo que daría es que dejen que otras personas les lean. Los comentarios de lectores son muy útiles para mejorar. 

A. M. - Y, para terminar, Bruno, una última pregunta: ¿nos adelantarías proyectos futuros (apenas un esbozo)? 

B. P. - Tengo sobre la mesa dos novelas con las que estoy particularmente contento. Una es una novela corta de ciencia ficción, space opera en esencia pero con una base científica sólida y algo de crítica social. La segunda es una novela juvenil; fantasía urbana con personajes muy diversos y un montón de sentido del humor. Ninguna de las dos la tengo comprometida todavía :) Y en cuanto a escribir, estoy esbozando otra novela juvenil de fantasía. Espero empezar a escribirla esta primavera. 

A. M. - A título personal, Bruno, ha sido un placer maravilloso el poder entrevistarte, y recordarte que en “Círculo de Lovecraft” siempre encontrarás tu casa para todo aquello que gustes. 
Un placer y un honor. 

B. P. - Muchas gracias. El honor es mío :)

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